Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1887 (Cortes de 1886 a 1890)
Sesión: 7 de marzo de 1887
Cámara: Congreso de los diputados
Discurso / Réplica: Réplica al Sr. Sánchez Campomanes
Número y páginas del Diario de Sesiones: 39, 981-982
Tema: Desorganización del ejército por el Ministerio de la Guerra a espaldas del Parlamento

Señores Diputados, de propósito no ha contestado inmediatamente el Gobierno a las poco meditadas palabras que ha pronunciado el Sr. Sánchez Campomanes, porque ha sido tal la impresión que el han producido, que la contestación de ser inmediata, quizá hubiera correspondido a las palabras del señor Sánchez Campomanes, y el Gobierno no quería que correspondiera su respuesta a las indicaciones que ha hecho S.S.

El Sr. Sánchez Campomanes, con la libertad que [981] le da el cargo de Diputado, ha tenido por conveniente hacer las acusaciones gravísimas que la Cámara ha oído, al Sr. Ministro de la Guerra sin fundamento ninguno. (El Sr. Sánchez Campomanes: He tenido cuidado de advertir que para mí). Es posible, si no ha hecho el Sr. Ministro algo que a S.S. le agradaba; es posible, repito, que S.S. crea que el no complacerle es desorganizar el ejército. (Bien. -El Sr. Dávila: El Diputado puede hablar?).

(Llamada al orden por parte del Vicepresidente).

No hablo con el Sr. Dávila: la cosa es bastante grave para que me entienda con el Diputado que ha pronunciado las palabras a que contesto. (Aprobación).

También ha dicho el Sr. Sánchez Campomanes otra cosa, contra la cual debo protestar, y es que las medidas que el Sr. Ministro de la Guerra está adoptando vienen como a querer reproducir los pronunciamientos y motines militares. Más bien son otros los que intentan reproducirlos; y especialmente los que, aún vistiendo el uniforme militar, no guardan la consideración debida a estos asuntos, ni tienen el respeto que debieran a sus jefes militares. (Muy bien. -El Sr. Sánchez Campomanes pronuncia algunas palabras que el ruido de la campanilla no deja percibir).

(Nueva llamada al orden y silencio).

Eso es lo que puede reproducir aquí la desdicha inmensa de los motines militares, no las medidas del Sr. Ministro de la Guerra, que ha dado pruebas muy cumplidas de condenarlos e impedirlos en su larga y honrosa historia militar, que pudieran tomar muy bien como ejemplo los que, como S.S., visten el uniforme del ejército. Aprenda S.S. en el modelo del Ministro de la Guerra, y obrará siempre bien en su carrera militar. (Grandes muestras de aprobación. -El Sr. Sánchez Campomanes: Ajuicio de S.S.). A juicio de la Cámara y del ejército. Se conoce muy poco por las palabras de S.S., que siempre serían poco meditadas en un Diputado cualquiera, pero que lo son menos aún en un Diputado que viste el uniforme militar. (Muchos Sres. Diputados: Muy bien, bien. -Algunos de los que rodean al Sr. Sánchez Campomanes: Muy mal).

(El Vicepresidente, Sr. Ruiz Capdepón, llama de nuevo a los Sres. Diputados al orden).

Señores, apenas hace dos días que al señor Sánchez Campomanes le parecían bien el Sr. Ministro de la Guerra y el Gobierno (El Sr. Sánchez Campomanes: Me parecía muy mal), puesto que S.S. pertenecía a la mayoría sin protesta de ningún género.

¿Qué ha hecho el Sr. Ministro de la Guerra en estos últimos días, para que hoy le parezcan tan mal al Sr. Sánchez Campomanes el Ministro, el Gobierno y la mayoría y los haya abandonado para irse a esos bancos? ¡Ah! No tenga S.S. tanta prisa en hacer méritos para la nueva fracción, para la nueva bandera a que se ha acogido, que tiempo tendrá de contraerlos para que sus nuevos amigos no le consideren como neófito. (Bien).

Yo protesto, señores, con la mayor indignación de las palabras pronunciadas por el Sr. Sánchez Campomanes. (El Sr. Sánchez Campomanes pide la palabra). Yo quiero que S.S. diga las razones que tiene para afirmar que el Sr. Ministro de la Guerra desorganiza el ejército y entra en el camino que conduce a los motines militares, que jamás deben sobrevenir, cualesquiera que fuesen sus disposiciones, que jamás estarían justificados en ningún caso. ¿Qué es esto? ¿Es qué país vivimos? ¿Hay quien se atreva a sostener que por unas medidas, que pudieran ser acertadas o desacertadas, del Sr. Ministro de la Guerra, que yo creo que son acertadísimas, puede ni debe reproducirse ese sistema bárbaro y salvaje de los motines militares, sin que reciba una condenación universal? (Aprobación).

Espero que S.S. reflexionará sobre las palabras que ha pronunciado, y que en lo sucesivo se producirá aquí como corresponde a un Diputado de la Nación, y sobre todo, a un Diputado de la Nación que viste el uniforme militar.

No tengo más que decir. (Aprobación). [982]



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